
sábado, 20 de marzo de 2010
Castillo sí ¿Y luego qué?

Castillo de Íllora epicentro del pueblo siglos atrás. ¿Puede volver a serlo? ¿Debe volver a serlo? Puede y debe. El Castillo por si solo no es una solución. No deja de ser un gran montón de piedras que se han de volver a colocar una tras otra para volver a levantarlo y formar su majestuosa estructura de nuevo. Nada más. Los castillos, al igual que muchas otras cosas, no son nada sin el factor humano detrás. El Castillo necesita un plan estratégico de explotación. Necesita mucha gente y capacitada. ¿Es que acaso no recordamos la Alhambra hace unos años? La Alhambra no era nada más que un bonito complejo de restos árabes. El Patronato de la Alhambra ha convertido dicho complejo en una fábrica de generar beneficios. Es cultura sí, pero también es negocio. Lo mismo ha de pasar con el Castillo de Íllora.
Tal vez me adelante en el tiempo, quizá fuera mejor hablar de su rehabilitación, pues ni siquiera se ha llevado a cabo todavía. Posiblemente sea cierto y me este adelantando, pero como he dicho en anteriores artículos, el pensamiento a largo plazo es la clave del éxito. Anticiparse a los acontecimientos te permite optimizar el rendimiento y aprovechar cada una de las acciones a llevar a cabo al máximo. Es una realidad económica irrebatible. Si la rehabilitación se lleva a cabo y no se tiene planificado al milímetro el aprovechamiento de la misma, sería para que ustedes lo entiendan como comprase un Ferrari y no tener carnet de conducir.
Evidentemente ahora mismo el 90% del esfuerzo ha de estar encaminado a que la rehabilitación se haga efectiva, en tiempo y forma. El otro 10% ya tiene que pensar en el después. ¿Quién se quedará con el mayor porcentaje de beneficios que genere el Castillo? ¿La Junta, la Diputación, el Ayuntamiento de Íllora? ¿Se creará un “Patronado del Castillo de Íllora? ¿Debería crearse ya? Absolutamente todo debería estar planificado y con un plan de acción concreto y riguroso. Una hoja de ruta de los acontecimientos que se vayan a ir sucediendo. Esto dotaría de un tiempo de maniobra muy necesario para que se pudieran corregir los posibles imprevistos y desviaciones que aparezcan durante el proceso.
¿Acaso queremos que el Castillo sea el Ambulatorio Íllora versión 2.0? Ha llegado la hora de ser serios y rigurosos. Íllora no puede permitirse más errores. Ustedes, vecinos de Íllora también están en el saco. El Castillo no es para los políticos. ¿Qué haces tú vecino de Íllora para que la rehabilitación se lleve a cabo? ¿Te importa?
Illoreños, quedan pocas balas en el cargador. Hay que apuntar bien a la diana y disparar en el centro. Si no, una de dos, o tenemos mala pistola, cosa que descarto, o en su defecto tenemos malos pistoleros.
Juan Ruiz Coca
jueves, 18 de marzo de 2010
Presentan el proyecto de rehabilitación del Castillo
El proyecto ha sido redactado por el equipo de Francisco Ibáñez, un arquitecto de origen ilurquense que recientemente recibió un premio Nacional de Arquitectura por su trabajo en los Baños Árabes de Baza. A la presentación a los diferentes colectivos sociales, que se desarrolló en el edificio de Usos Múltiples, asitieron el Delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Pedro Benzal, y la Senadora, María Escudero, que acompañaron en la mesa presidencial al alcalde, Francisco Domene, y a los concejales de Turismo y Cultura del Ayuntamiento de Íllora.
http://www.parapandamedios.net/Illora/134.html
http://www.parapandamedios.net/Illora/134.html
SOS Íllora esta muy interesada en este proyecto, sin duda puede ser "una solución" para parte de los problemas de Íllora.
Queremos el Castillo y daremos nuestro apoyo para que finalmente se lleve a cabo la reabilitación.
Puede ser un buen punto de partida para salvar los muebles en Íllora y generará riqueza. Pero sobre todo genera algo desde el minuto uno, o por lo menos a nosotros nos lo genera. No es otra cosa que ESPERANZA. Esperanza en un futuro mejor para Íllora.
Saludos
Juan
sábado, 13 de marzo de 2010
Plan de Ordenación Urbanística Íllora
jueves, 4 de marzo de 2010
El tejido empresarial ilurquense

Desde SOS Íllora queremos iniciar un ciclo de reconocimiento y promoción de las empresas del municipio. En Íllora existen empresas de una larga trayectoria que se mantienen al pie del cañon desde hace un montón de años, creo que merecen un reconocimiento y un empujoncito en estos días de dificultades económicas que vivimos. Las de nueva creación no son una excepción. Necesitan ayuda y promoción para ser conocidas.
Así que, si tienes una empresa y quieres contarnos su historia, sus novedades, los productos o servicios que presta, etc...puedes enviarlo a la dirección de correo del blog y crearemos una entrada contando todo lo que nos mandéis.
También durante estos días intentaré crear unas entradas de las empresas con las que más trato tengo de Íllora para que todos conozcáis su historía.
Un saludo y animaros a participar
Juan
martes, 2 de marzo de 2010
No se preocupen, no son ustedes diferentes a los demás ¿o sí?

(Avance del próximo artículo en el Periódico Parapanda)
Muchos cambios están ocurriendo a nivel mundial, exigiendo una nueva postura hacia el mismo por parte de las personas. El mundo cambia y muy rápido. Avanza de tal manera que no se puede quedar observando y dejar que las cosas sucedan sin nada que hacer. Un claro ejemplo sería la crisis actual. El entorno se nos presenta dinámico y nos obliga a estar receptivos y preparados para el cambio, pero además si se quiere evolucionar se presenta casi obligatorio el autoplantearse el cambio y no esperar a que nos arrastre la marea de este entorno frenético.
Desde el blog SOS Íllora llevamos más de una año presentando iniciativas para iniciar procesos de cambio en diferentes ámbitos del municipio de Íllora. Que Íllora necesita cambios es una realidad y desde el blog lo planteamos desde una perspectiva activa. Atacando la idea del cambio de frente y sin complejos. Creemos que el municipio necesita cambios y de forma urgente.
Pero hay gente que no lo ve así. Muchas veces las personas no se comprometen con el cambio porque no saben lo que va a pasar. Por no saber cómo actuar. Lo nuevo no es algo definido, por lo tanto una forma de defenderse de lo desconocido es agarrándose de lo conocido y a su vez negando lo nuevo.
La resistencia al cambio es un síntoma absolutamente natural. Ahora bien ¿cuáles son los motivos que pueden ocasionarla?
En primer lugar, nos encontramos con lo que se conoce como el no conocen lo suficiente. Si no conoces tiendes a retrasar el cambio. ¿Por qué puedes no conocer?
• Se resiste cualquier tipo de cambio si no se conoce en qué consiste, para que se lleve a cabo y cuál es su impacto en términos personales.
• En muchas ocasiones las personas juzgan negativamente al cambio sólo por lo que sucede en su ámbito de influencia (su grupo de trabajo, su familia, sus amistades, sus negocios, etc) sin considerar los beneficios globales que obtiene la sociedad en su conjunto.
Otro motivo, si las personas en este caso tienen suficiente información sobre el cambio, es el ofrecer cierta resistencia simplemente porque perciben que no pueden cambiar.
No saben cómo hacer lo que deben hacer o no tienen las habilidades y los recursos que se necesitan para cambiar. O simplemente, por la sensación de que el verdadero cambio no puede producirse. ¿Les suena que en anteriores artículos les había hablado de esto concretamente en Íllora? Es una realidad en el municipio y muchos vecinos así lo corroboran con sus testimonios.
Por último, si las personas conocen lo suficiente sobre el cambio a encarar y se sienten capaces de realizarlo, empieza a tener mucha importancia la verdadera voluntad de cambiar.
En algunos casos, el cambio despierta sentimientos negativos en las personas y éstas sencillamente no quieren cambiar ya que consideran que no les conviene o que las obliga a moverse fuera de su zona de comodidad. Esto puede partir de sentimientos tales como: el desacuerdo, la incertidumbre, la pérdida de identidad, etc
En casi todos los procesos de grandes cambios aparecen de alguna forma y en alguna medida los sentimientos mencionados. Pero también pueden aparecer algunos sentimientos positivos como: el entusiasmo por la posibilidad de un futuro mejor, la liberación de los problemas de lo viejo y las expectativas de crecimiento personal y colectivo.
Un proceso de cambio es eficiente si todos los implicados están comprometidos con él. Para que las personas se comprometan, estas no pueden ser atropelladas por el proceso como si fueran algo ajeno al mismo. El cambio ocurre a través de las personas y para que se considere a las personas como parte del proceso de cambio es necesario conocer sus valores, sus creencias, sus comportamientos. ¿Conocen las personas encargadas de llevar a cabo un proceso de cambio en Íllora todas estas cuestiones?
Lo que mata realmente el proceso de cambio es la ignorancia sobre nuestra naturaleza de resistencia a cambiar y no la resistencia en sí misma.
Hay que crear y desarrollar una actitud y mentalidad abierta a los cambios. Una cultura que permita acoger las buenas iniciativas, así como desechar las malas. No hay que tener miedo al cambio.
Cambio, según indica el diccionario es " acción o efecto de cambiar ", que a su vez, es dar, tomarlo, poner una cosa en otra, mudar, variar, alterar.
Cambiar no significa perder los valores y los buenos quehaceres de la Íllora antigua.
Cambiar significa avanzar y utilizar esas buenas cosas como cimientos de ese proceso evolutivo.
Quien no se adapte al cambio morirá en el camino. Hay que evolucionar rápido, eficazmente y de una forma planificada.
Pero como decía anteriormente: Si le da miedo el cambio en Íllora, le despierta sentimientos negativos o simplemente no sabe cómo encararlo, es usted cien por cien normal. Lo dice la ciencia, la resistencia al cambio es inherente a la condición humana, lo llevamos dentro. Pero también es humano vencerla.
A los que hayan vencido la resistencia al cambio ¡Bienvenido!: http://sosillora.blogspot.coms!:
Al resto, os continuamos esperando.
Juan Ruiz Coca
Muchos cambios están ocurriendo a nivel mundial, exigiendo una nueva postura hacia el mismo por parte de las personas. El mundo cambia y muy rápido. Avanza de tal manera que no se puede quedar observando y dejar que las cosas sucedan sin nada que hacer. Un claro ejemplo sería la crisis actual. El entorno se nos presenta dinámico y nos obliga a estar receptivos y preparados para el cambio, pero además si se quiere evolucionar se presenta casi obligatorio el autoplantearse el cambio y no esperar a que nos arrastre la marea de este entorno frenético.
Desde el blog SOS Íllora llevamos más de una año presentando iniciativas para iniciar procesos de cambio en diferentes ámbitos del municipio de Íllora. Que Íllora necesita cambios es una realidad y desde el blog lo planteamos desde una perspectiva activa. Atacando la idea del cambio de frente y sin complejos. Creemos que el municipio necesita cambios y de forma urgente.
Pero hay gente que no lo ve así. Muchas veces las personas no se comprometen con el cambio porque no saben lo que va a pasar. Por no saber cómo actuar. Lo nuevo no es algo definido, por lo tanto una forma de defenderse de lo desconocido es agarrándose de lo conocido y a su vez negando lo nuevo.
La resistencia al cambio es un síntoma absolutamente natural. Ahora bien ¿cuáles son los motivos que pueden ocasionarla?
En primer lugar, nos encontramos con lo que se conoce como el no conocen lo suficiente. Si no conoces tiendes a retrasar el cambio. ¿Por qué puedes no conocer?
• Se resiste cualquier tipo de cambio si no se conoce en qué consiste, para que se lleve a cabo y cuál es su impacto en términos personales.
• En muchas ocasiones las personas juzgan negativamente al cambio sólo por lo que sucede en su ámbito de influencia (su grupo de trabajo, su familia, sus amistades, sus negocios, etc) sin considerar los beneficios globales que obtiene la sociedad en su conjunto.
Otro motivo, si las personas en este caso tienen suficiente información sobre el cambio, es el ofrecer cierta resistencia simplemente porque perciben que no pueden cambiar.

No saben cómo hacer lo que deben hacer o no tienen las habilidades y los recursos que se necesitan para cambiar. O simplemente, por la sensación de que el verdadero cambio no puede producirse. ¿Les suena que en anteriores artículos les había hablado de esto concretamente en Íllora? Es una realidad en el municipio y muchos vecinos así lo corroboran con sus testimonios.
Por último, si las personas conocen lo suficiente sobre el cambio a encarar y se sienten capaces de realizarlo, empieza a tener mucha importancia la verdadera voluntad de cambiar.
En algunos casos, el cambio despierta sentimientos negativos en las personas y éstas sencillamente no quieren cambiar ya que consideran que no les conviene o que las obliga a moverse fuera de su zona de comodidad. Esto puede partir de sentimientos tales como: el desacuerdo, la incertidumbre, la pérdida de identidad, etc
En casi todos los procesos de grandes cambios aparecen de alguna forma y en alguna medida los sentimientos mencionados. Pero también pueden aparecer algunos sentimientos positivos como: el entusiasmo por la posibilidad de un futuro mejor, la liberación de los problemas de lo viejo y las expectativas de crecimiento personal y colectivo.
Un proceso de cambio es eficiente si todos los implicados están comprometidos con él. Para que las personas se comprometan, estas no pueden ser atropelladas por el proceso como si fueran algo ajeno al mismo. El cambio ocurre a través de las personas y para que se considere a las personas como parte del proceso de cambio es necesario conocer sus valores, sus creencias, sus comportamientos. ¿Conocen las personas encargadas de llevar a cabo un proceso de cambio en Íllora todas estas cuestiones?
Lo que mata realmente el proceso de cambio es la ignorancia sobre nuestra naturaleza de resistencia a cambiar y no la resistencia en sí misma.
Hay que crear y desarrollar una actitud y mentalidad abierta a los cambios. Una cultura que permita acoger las buenas iniciativas, así como desechar las malas. No hay que tener miedo al cambio.
Cambio, según indica el diccionario es " acción o efecto de cambiar ", que a su vez, es dar, tomarlo, poner una cosa en otra, mudar, variar, alterar.
Cambiar no significa perder los valores y los buenos quehaceres de la Íllora antigua.
Cambiar significa avanzar y utilizar esas buenas cosas como cimientos de ese proceso evolutivo.
Quien no se adapte al cambio morirá en el camino. Hay que evolucionar rápido, eficazmente y de una forma planificada.
Pero como decía anteriormente: Si le da miedo el cambio en Íllora, le despierta sentimientos negativos o simplemente no sabe cómo encararlo, es usted cien por cien normal. Lo dice la ciencia, la resistencia al cambio es inherente a la condición humana, lo llevamos dentro. Pero también es humano vencerla.
A los que hayan vencido la resistencia al cambio ¡Bienvenido!: http://sosillora.blogspot.coms!:
Al resto, os continuamos esperando.
Juan Ruiz Coca
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