miércoles, 20 de julio de 2011

Íllora desde otro punto de vista


En este puñado de letras encontrará una serie de reflexiones y propuestas para trabajar su motivación y cambiar la manera de afrontar el momento actual de Íllora.
Para empezar  me gustaría que reflexionáramos sobre el hecho de por qué hay gente que hables de lo que hables, no les gusta. ¿Se han fijado que hay gente que no le gusta nada en la vida? Es ese alguien que le dices, “a mí todo me va bien”, y te responde: “¡ya te irá mal!”  O, “yo soy feliz”, y te dice: “¡Algo te falla!” Y también el que te suelta: “Ya ves tú, ¿aquí a Íllora quién va a venir? Si aquí no hay ná”. A esa gente, ni la toquen, son gafes y pesimistas, y eso se pega.
La gente crítica cena y come junta. Los amargaos salen juntos. Atraemos a los que son como nosotros, por eso la gente negativa atrae a otra gente negativa. Tu mente atrae aquello en lo que piensas. 
Tenemos la opción de ser positivos ante lo que nos rodea. La mente sólo ve lo que quiere ver. Aquellos que veis crisis, sólo veréis crisis. Aquellos que veis oportunidades sólo veréis oportunidades. El ser humano es el único animal con capacidad para autojoderse la vida. En la vida tenemos la potestad de elegir entre lo bueno y lo malo. Entre ver el vaso medio lleno o medio vacío. Entre ver el potencial de las cosas o ver lo malo de las mismas.  Yo estoy cansado de  ver negatividad en Íllora. La realidad no existe, la realidad la creamos nosotros. Ante una misma crisis, el hecho es el mismo, pero lo que no es lo mismo es la manera en que tu mente lo percibe. En función de cómo tu mente lo perciba, das una respuesta u otra. Con lo cual, literalmente creamos nuestra propia realidad.
Nos pasamos la vida buscando la felicidad, pero esta felicidad no viene de conseguir algo, si no de tener motivos para conseguirlo. Se han fijado que un perro es más feliz cuando le estás preparando la comida que cuando se la está comiendo.
Estamos de acuerdo en que a todo el mundo le haría feliz que Íllora fuera un sitio mejor y más próspero. Pero lo que importa no es que Íllora llegue a serlo, sino el hacer día a día que Íllora sea un poco mejor que ayer. Eso no depende de nadie más que de nosotros, no se engañen.
Fracasamos como pueblo en el momento en que perdemos la ilusión. Es esa gente que a menudo te comenta: “Yo me acuerdo que antes había muchísimo más meneo en el pueblo”. “La cosa estaba mucho más animada. Pero ahora, si es que sales y está todo que da pena”. La gente se preocupa por el pasado y el futuro, y han dejado de vivir el presente. “Yo me acuerdo que antes… porque Íllora ha sido… porque si hicieran… porque si se preocuparan más de…y menos de…aquellos eran otros tiempos… ¿Entonces qué? ¿Es que han cogido al pueblo antiguo y lo han cambiado por el de ahora? ¿Es que ahora somos más tontos? Ya dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero hay que vivir la realidad. Vivimos en la Íllora de ahora, no en la del pasado ni en la del futuro. La de ahora es la que nos ha tocado y es por la que se tiene que luchar. La de antes ya pasó y la del futuro todavía está por venir. La que toca es la presente.
  
Cualquier persona que tenga un por qué vivir encuentra siempre un cómo. Si tenemos claro por qué y para quién lo hacemos encontraremos cómo hacer del municipio un lugar mejor. Me preocupa esa frase que dice que los niños copian lo que ven, y me preocupa que vayan a copiar esto. Me preocupa que reproduzcan muchas frases y actitudes que veo en Íllora. Hijo: “Para ganarte bien la vida, lo quienes que hacer es salirte del pueblo. En cualquier lado vas a tener muchísimas más oportunidades que aquí. Por aquí no hay nada para la gente joven” Luego queremos que el pueblo prospere, si el panorama está complicado y encima lo pintamos de negro, pues ya me contarán. Estamos invitando a nuestros futuros profesionales a marcharse. Les autodescartamos la opción de desarrollarse en el municipio.
El ser alegre es una actitud, no es un conocimiento. El 80% del éxito en tu vida depende de tu actitud, el resto son conocimientos.  Si eres derrotista, que obtendrás de la vida: derrota. Si visualizas el pueblo desde un prisma positivo, conseguirás cosas positivas para el mismo.  Si pienso en basura, ¿qué veré? Pues basura por todos los lados. Si haces lo de siempre ¿qué te pasará? ¡Lo de siempre!  La mayoría de la gente hace lo de siempre, y no entiende que le pasan las mismas cosas de siempre. ¿Han escuchado alguna vez esto en Íllora?: “Yo no voy porque lo organiza Fulanico…” “porque para que se lleve el dinero aquel”… “ya ves tú, si allí siempre están los mismos”. Siempre pretendemos anteponer una excusa medianamente racional delante de un sentimiento. Pero nadie es racional, utilizamos la razón para justificar lo que sentimos.
Si la realidad que nos rodea no nos gusta, lo primero que hay que hacer es ser realista. No hay que negar la realidad, uno es lo que es. Si te mientes no se puede cambiar lo que uno quiere. Íllora es lo que es y tiene lo que tiene. Hay que ver lo bueno, pero también lo malo. Es como esa  gente que dice: “Es que yo no tengo que cambiar, yo quiero que me quieran como soy”. Si llevas un montón de años quejándote de que todo está hecho una mierda, ¿no crees que ha llegado el momento de cambiar? 
Lo segundo es salir a buscar la suerte, no esperar a que nos llegue. Hay que salir a buscar el éxito. Yo tengo que decidir cómo quiero que me vaya en la vida y hacer todo lo posible para conseguirlo. Tengo que dirigirme al lugar donde está aquello que quiero conseguir. Tengo que definir y decidir lo que quiero ser. Si queremos que Íllora sea algo, tenemos que conseguirlo entre todos, con una actitud positiva y sin derrotismos.
Para concluir les invito a relativizar los problemas. Somos una pequeña parte de la infinidad del universo. No somos el centro del mismo.  Vuelvo a insistir en que atraemos lo que queremos atraer. Hay que ponerle pasión a la vida y seguir lo que dicte el corazón. Si la cabeza te dice una cosa y el corazón otra, sigue el corazón. Siempre es el que lleva la razón. Tenemos que volver a  sentir, volver a tocarnos, volver a hablarnos, volvamos  a ser creativos. Tanto a nivel individual como colectivo. Tengamos claro que Íllora no es nada por sí sola. Íllora es Manolo, Pepe, Antonia, Salva, Carmen, Paco, Rocío… Es y será lo que cada una de las voluntades individuales quiera. Cada pensamiento positivo o negativo influye en el devenir del municipio. Si todos somos positivos y optimistas iremos hacia adelante, de lo contrario recogeremos más de lo mismo. 

Juan Ruiz 

martes, 12 de julio de 2011