La Cooperativa San Rogelio de Íllora molturó la pasada campaña 8,26 millones de kilos de aceituna con una producción de aceite que rozó los 2 millones de kilos. La venta de esos aceites generó una facturación de 3,86 millones de euros. Este año las estimaciones eran molturar más de 10 millones, pero los cálculos se reducen casi a la mitad, debido al temporal que ha hecho que buena parte de la aceituna caída del árbol la haya arrastrado las correntías, y otras esté en el suelo, reduciendo considerablemente su rendimiento.
Cristóbal García, presidente de la cooperativa ilurquense, comenta que “las lluvias continuadas durante más de mes y medio han provocado que se retrase la recogida y que el fruto se caiga del árbol, lo que aumenta los costes de la recogida, ya que cuando las cuadrillas llegan al tajo se encuentran con mucha aceituna clavada en el suelo y con mucha humedad, por lo que una gran cantidad no se pueden ni coger para llevarla a la almazara”.
Es evidente que las precipitaciones benefician enormemente la actividad agrícola, sin embargo, los responsables de la Cooperativa San Rogelio, comentan desolados el difícil panorama con el que se encuentran los agricultores del municipio, que van a tener unas perdidas muy importantes.
Para analizar la situación de la zona y conocer de primera mano la realidad de los campos de olivares del municipio, visitó Íllora el pasado martes, el Delegado de Agricultura, Andrés Ruiz Martín, que fue recibido en el ayuntamiento por Francisco Domene, alcalde de Íllora y el concejal de agricultura, José Antonio Sánchez Garrido. Una reunión que sirvió para organizar las primeras actuaciones de urgencia para acondicionar los carriles afectados por las lluvias. Seguidamente Andrés Ruiz, visitó la cooperativa San Rogelio en la que conoció por boca de sus directivos la situación del sector tras el temporal.
El delegado aprovechó para insistir en la necesidad de apostar por el envasado de la producción, dado que en la actualidad sólo se envasan 45.000 kilos de aceite, ya que “el valor añadido que genera el aceite de oliva reside en mayor medida en la comercialización del producto envasado, que en la propia producción”. Una apuesta estratégica y de futuro, que contribuirá a crear riqueza en el municipio e incrementar el empleo que genera la cooperativa”.
Fuente: www.ideal.es
Me gustaría compartir con vosotros una serie de cuestiones que me han surgido tras leer el artículo y si queréis podemos debatir sobre ello.
***Si la agricultura esta tan sujeta a factores imprevisibles como pueden ser el clima, plagas etc, ¿por qué no se hace una apuesta para reducir su peso sobre la economía ilurquense?
***Si el envasado y la comercialización genera riqueza y es lo que aporta valora añadido ¿por qué no se trabaja en fomentarlo? ¿Y cómo podíamos fomentarlo?
