Un breve relato de la relación entre el rebañaorzas e Íllora y sus vecinos
Como buen rebañaorzas que soy me gustaría dedicar estas líneas a realizar un breve relato de la relación rebañaorzas-íllora, íllora-rebañaorzas. Vale la pena destacar que, por una vez y sin que sirva de precedente, les hablaré de algo menos trascendente que lo habitual en mis artículos.
Para los que no conozcan el término rebañaorzas, decirles que por dicho término se conoce: a aquellos emigrantes andaluces que vuelven para reencontrarse en los veranos o demás periodos vacacionales con su familia en el pueblo. El nombre alude a la costumbre de estos emigrantes de hacer acopio de chorizos, morcillas y otros productos de la tierra [el rebañaorzas siente predilección por todos los derivados del porcino rural] con lo cual dejaban la orzas y alacenas rebañadas.
Para los que no conozcan el término rebañaorzas, decirles que por dicho término se conoce: a aquellos emigrantes andaluces que vuelven para reencontrarse en los veranos o demás periodos vacacionales con su familia en el pueblo. El nombre alude a la costumbre de estos emigrantes de hacer acopio de chorizos, morcillas y otros productos de la tierra [el rebañaorzas siente predilección por todos los derivados del porcino rural] con lo cual dejaban la orzas y alacenas rebañadas.
¿Qué es lo primero que hace un rebañaorzas al llegar al pueblo?
El rebañaorzas cuando llega a Íllora, lo primero que hace al bajarse de su coche [ese coche que tiene el frontal con un genocidio de invertebrados varios, que no se pueden tener más bichos
espachurraos ahí] se pone los brazos en jarras e inspira aire a pulmón lleno ¿Qué puede pasar? Diversos olores pueden invadir su pituitaria según en qué lugar de Íllora se encuentre, unos mejores, otros peores: vaca, lumbre, campo, “amilas”, azahar, “Caganchas”, pero él no le importa, al rebañaorzas le huele todo a PUEBLO. Que sube del Charcón un olor a “amilas” que te tira para atrás ¡no importa! Al rebañaorzas le huele a pueblo. El olor a PUEBLO es indescriptible, le encanta. Es como aquello del anuncio ¿a qué huelen las nubes? ¡Pues igual huelen a PUEBLO también, no lo sé! El rebañaorzas y el calor illoruno
Reconoceréis al rebañaorzas cuando se encuentre por el pueblo, porque es totalmente inmune al calvario térmica que se deriva de los 35ºC a la sombra que te arriman en el cogote en mitad de agosto en Íllora. Si ves por mitad de la “Avenida” a un tío o tía a las cuatro de la tarde un domingo ¡mil duros va la apuesta a que es un rebañaorzas, que os responderá si le preguntáis, ¡que está haciendo turismo y disfrutando de sus vacaciones! Cuando todo el mundo sabe que de no ser totalmente necesario [entiéndase trabajo y poco más], uno de Íllora no asoma el bigote en agosto lo menos hasta las siete de la tarde.
La Tapa y el rebañaorzas
Cuando os encontréis en el bar tomándoos la cervecilla, os daréis cuenta que tenéis a uno de estos especímenes cerca gracias a diversas observaciones. La primera de ellas viene a la hora de la tapa. El rebañaorzas, en el momento que le arriman la tapa, todavía con su mentalidad puesta en los bares de su tierra, se queda mirando al camarero con la misma cara que mira Zapatero a Montilla cuando necesita que le ayude a aprobar los presupuestos, una mezcla entre incredulidad y susto, pensando: Esto no yo te lo he pedido, pero me lo vas a cobrar ¿verdad?
El segundo hecho característico que os denotará su presencia será: la forma en cómo se come esa tapa. Ese platillo de “carne en salsa”, en el momento que él o ella vuelve recordar que es gratuito, automáticamente pasa a convertirse en una creación del mismísimo Ferran Adrià: tacos porcinos acompañados de una reducción de tomate al aroma de cebolla y salteado de pimientos, todo un manjar y lo más importante, gratis.
El segundo hecho característico que os denotará su presencia será: la forma en cómo se come esa tapa. Ese platillo de “carne en salsa”, en el momento que él o ella vuelve recordar que es gratuito, automáticamente pasa a convertirse en una creación del mismísimo Ferran Adrià: tacos porcinos acompañados de una reducción de tomate al aroma de cebolla y salteado de pimientos, todo un manjar y lo más importante, gratis.El ocio en Íllora y el rebañaorzas
Un buen rebañaorzas está necesitado de actividades para su tiempo libre. Recordemos que se encuentra disfrutando su periodo vacacional. Cuando llegan esas fiestas de San Rogelio al pueblo, si por el rabañaorzas fuera, no se salía del ferial en las 96 horas aproximadamente que duran las mismas [recuerden que él es inmune y resistente al calor extremo] El rebañaorzas necesita ocio, es como Pocholo en Ibiza, no puede parar. Esta necesidad puede ocasionar estrés en algunos familiares ilurquenses que no pueden llegar a aguantar el ritmo de ocio impuesto por ellos ¡Vayan con cuidado! Se han conocido peticiones de rebañaorzas osados para ir a tomar café a las tres de la tarde…totalmente intolerable.
Ahora me gustaría ponerles un poco nostálgicos ¿Recuerdan el cine de verano? Allí también era fácil reconocerlos. Eran, en su gran mayoría, aquellos que no paraban de menearse en aquellas “comodísimas” sillas verdes del patio de butacas del cine. Sí, cuando usted disfrutaba de ese cojincillo y el bocadillo que se había traído de casa, él mientras tanto sufría el frío metal de la butaca en sus glúteos con el sonido de Nino Bravo de fondo ¡Por favor que vuelva el cine de verano otra vez!
Las relaciones sociales y el rebañaorzas.
El rebañaorzas es informado al minuto uno, después evidentemente del momento olfato, de los chismes, dimes y diretes que han ocurrido en Íllora desde que no visita el pueblo. Es como un Sálvame Deluxe comprimido. La información es poder y eso un illoreño lo sabe y lo transmite inmediatamente.
Al rebañaorzas le hacen lo que se conoce como la entrevista breve. Consiste en una entrevista total. Dos preguntas simplemente. Tu amigo o familiar ilurquense, cuando se encuentra contigo, te pregunta nada más verte: ¿cuándo has venido? Y tras tu breve respuesta, automáticamente ¡zas!: y… ¿cuándo te vas? ¡A eso le llamo yo ser conciso! En sólo dos preguntas sabe cuánto tiempo llevas en Íllora y cuánto tiempo tiene para pasar contigo. No me negarán que es magistral.
El rebañaorzas también provoca alteraciones en algunos vecinos del pueblo. Si ustedes tienen la ocasión de pasear por Íllora con un rebañaorzas [ojo con las propuestas de paseo y su inmunidad térmica], pues verán que provoca una reacción física en algunos paisanos. Al pasar ese forastero por su lado, en algunos ilurquenses se produce un giro de cabeza de 360 grados [tipo niña del exorcista] Con ella te ha realizado un escáner completo ¿A través de ello que ha conseguido? Claramente identificarte como su rebañaorzas conocido ¿Y para que quiere reconocerte? ¡Pues como no para poner en práctica la técnica autóctona de la entrevista breve!
El rebañaorzas tiene en la mayoría de casos multitud de familia en Íllora. Puede estar, si lo desea, visitando casas durante toda su estancia en Íllora. Cuando cree que ha acabo, del medio de la nada, aparece su tía Antonia y le dice en voz de pregunta de esas con muy mala follá: ¿Has ido a ver a tu tío el de las Chozas? [cuando sabe positivamente que no has ido] ¿Y porqué tú no has ido? ¡Porque tu árbol genealógico en Íllora tiene más descendientes que el del hombre de Atapuerca, además estás ultra necesitado de ocio, de tapas y como mucho, mucho, mucho tendrás sólo 15 días de vacaciones gracias a esta mierda de crisis!
Señores y señoras, disfruten de nosotros, somos forasteros, pero en septiembre dejaremos un pequeño vacío en sus corazones. Nosotros a ustedes les queremos y les llevamos en el corazón durante todo el año en la lejanía de nuestras ciudades. Ah, se me olvidada, recuerde que si me ve este verano paseando a las cuatro de la tarde por “la Avenida”, no se asuste, no estoy loco ni tonto. Simplemente soy rebañaorzas, tengo hiper-resistencia térmica y sobre todo en mi caso, como mínimo mínimo 50% de sangre illoreña, que eso ya me da una categoría.
Gracias por abrirnos sus puertas, sus orzas y ofrecernos todo lo que tienen. Gracias en nombre de todos los rebañaorzas. Que tengan un feliz verano. ¡Disfruten del Parapanda Folk y de las Fiestas!
Juan Ruiz Coca
