domingo, 4 de septiembre de 2011

miércoles, 20 de julio de 2011

Íllora desde otro punto de vista


En este puñado de letras encontrará una serie de reflexiones y propuestas para trabajar su motivación y cambiar la manera de afrontar el momento actual de Íllora.
Para empezar  me gustaría que reflexionáramos sobre el hecho de por qué hay gente que hables de lo que hables, no les gusta. ¿Se han fijado que hay gente que no le gusta nada en la vida? Es ese alguien que le dices, “a mí todo me va bien”, y te responde: “¡ya te irá mal!”  O, “yo soy feliz”, y te dice: “¡Algo te falla!” Y también el que te suelta: “Ya ves tú, ¿aquí a Íllora quién va a venir? Si aquí no hay ná”. A esa gente, ni la toquen, son gafes y pesimistas, y eso se pega.
La gente crítica cena y come junta. Los amargaos salen juntos. Atraemos a los que son como nosotros, por eso la gente negativa atrae a otra gente negativa. Tu mente atrae aquello en lo que piensas. 
Tenemos la opción de ser positivos ante lo que nos rodea. La mente sólo ve lo que quiere ver. Aquellos que veis crisis, sólo veréis crisis. Aquellos que veis oportunidades sólo veréis oportunidades. El ser humano es el único animal con capacidad para autojoderse la vida. En la vida tenemos la potestad de elegir entre lo bueno y lo malo. Entre ver el vaso medio lleno o medio vacío. Entre ver el potencial de las cosas o ver lo malo de las mismas.  Yo estoy cansado de  ver negatividad en Íllora. La realidad no existe, la realidad la creamos nosotros. Ante una misma crisis, el hecho es el mismo, pero lo que no es lo mismo es la manera en que tu mente lo percibe. En función de cómo tu mente lo perciba, das una respuesta u otra. Con lo cual, literalmente creamos nuestra propia realidad.
Nos pasamos la vida buscando la felicidad, pero esta felicidad no viene de conseguir algo, si no de tener motivos para conseguirlo. Se han fijado que un perro es más feliz cuando le estás preparando la comida que cuando se la está comiendo.
Estamos de acuerdo en que a todo el mundo le haría feliz que Íllora fuera un sitio mejor y más próspero. Pero lo que importa no es que Íllora llegue a serlo, sino el hacer día a día que Íllora sea un poco mejor que ayer. Eso no depende de nadie más que de nosotros, no se engañen.
Fracasamos como pueblo en el momento en que perdemos la ilusión. Es esa gente que a menudo te comenta: “Yo me acuerdo que antes había muchísimo más meneo en el pueblo”. “La cosa estaba mucho más animada. Pero ahora, si es que sales y está todo que da pena”. La gente se preocupa por el pasado y el futuro, y han dejado de vivir el presente. “Yo me acuerdo que antes… porque Íllora ha sido… porque si hicieran… porque si se preocuparan más de…y menos de…aquellos eran otros tiempos… ¿Entonces qué? ¿Es que han cogido al pueblo antiguo y lo han cambiado por el de ahora? ¿Es que ahora somos más tontos? Ya dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero hay que vivir la realidad. Vivimos en la Íllora de ahora, no en la del pasado ni en la del futuro. La de ahora es la que nos ha tocado y es por la que se tiene que luchar. La de antes ya pasó y la del futuro todavía está por venir. La que toca es la presente.
  
Cualquier persona que tenga un por qué vivir encuentra siempre un cómo. Si tenemos claro por qué y para quién lo hacemos encontraremos cómo hacer del municipio un lugar mejor. Me preocupa esa frase que dice que los niños copian lo que ven, y me preocupa que vayan a copiar esto. Me preocupa que reproduzcan muchas frases y actitudes que veo en Íllora. Hijo: “Para ganarte bien la vida, lo quienes que hacer es salirte del pueblo. En cualquier lado vas a tener muchísimas más oportunidades que aquí. Por aquí no hay nada para la gente joven” Luego queremos que el pueblo prospere, si el panorama está complicado y encima lo pintamos de negro, pues ya me contarán. Estamos invitando a nuestros futuros profesionales a marcharse. Les autodescartamos la opción de desarrollarse en el municipio.
El ser alegre es una actitud, no es un conocimiento. El 80% del éxito en tu vida depende de tu actitud, el resto son conocimientos.  Si eres derrotista, que obtendrás de la vida: derrota. Si visualizas el pueblo desde un prisma positivo, conseguirás cosas positivas para el mismo.  Si pienso en basura, ¿qué veré? Pues basura por todos los lados. Si haces lo de siempre ¿qué te pasará? ¡Lo de siempre!  La mayoría de la gente hace lo de siempre, y no entiende que le pasan las mismas cosas de siempre. ¿Han escuchado alguna vez esto en Íllora?: “Yo no voy porque lo organiza Fulanico…” “porque para que se lleve el dinero aquel”… “ya ves tú, si allí siempre están los mismos”. Siempre pretendemos anteponer una excusa medianamente racional delante de un sentimiento. Pero nadie es racional, utilizamos la razón para justificar lo que sentimos.
Si la realidad que nos rodea no nos gusta, lo primero que hay que hacer es ser realista. No hay que negar la realidad, uno es lo que es. Si te mientes no se puede cambiar lo que uno quiere. Íllora es lo que es y tiene lo que tiene. Hay que ver lo bueno, pero también lo malo. Es como esa  gente que dice: “Es que yo no tengo que cambiar, yo quiero que me quieran como soy”. Si llevas un montón de años quejándote de que todo está hecho una mierda, ¿no crees que ha llegado el momento de cambiar? 
Lo segundo es salir a buscar la suerte, no esperar a que nos llegue. Hay que salir a buscar el éxito. Yo tengo que decidir cómo quiero que me vaya en la vida y hacer todo lo posible para conseguirlo. Tengo que dirigirme al lugar donde está aquello que quiero conseguir. Tengo que definir y decidir lo que quiero ser. Si queremos que Íllora sea algo, tenemos que conseguirlo entre todos, con una actitud positiva y sin derrotismos.
Para concluir les invito a relativizar los problemas. Somos una pequeña parte de la infinidad del universo. No somos el centro del mismo.  Vuelvo a insistir en que atraemos lo que queremos atraer. Hay que ponerle pasión a la vida y seguir lo que dicte el corazón. Si la cabeza te dice una cosa y el corazón otra, sigue el corazón. Siempre es el que lleva la razón. Tenemos que volver a  sentir, volver a tocarnos, volver a hablarnos, volvamos  a ser creativos. Tanto a nivel individual como colectivo. Tengamos claro que Íllora no es nada por sí sola. Íllora es Manolo, Pepe, Antonia, Salva, Carmen, Paco, Rocío… Es y será lo que cada una de las voluntades individuales quiera. Cada pensamiento positivo o negativo influye en el devenir del municipio. Si todos somos positivos y optimistas iremos hacia adelante, de lo contrario recogeremos más de lo mismo. 

Juan Ruiz 

martes, 12 de julio de 2011

miércoles, 22 de junio de 2011

¿Qué hacer en verano en Íllora? Guía del Ocio Veraniego en Íllora



Hola a todos los IlurCoBloggers!

Ya tenemos aquí el veranito y me gustaría proponeros un reto: Elaborar la Guía de Ocio Veraniego en Íllora.

Al igual que yo, muchas personas pasamos nuestras vacaciones de verano en el municipio. Es por este motivo que se me ha ocurrido esta idea.

Ayudemos a los turistas illorunos a pasar unos días cojonudos en Íllora!

¿Y bien? ¿Qué nos recomiendas hacer en estos días de verano en Íllora? Deja tu idea en esta entrada o en forma de comentario en Facebook.

miércoles, 15 de junio de 2011

¿La plaza de Íllora?

La Plaza de la Constitución, de la República, del Generalísimo y finalmente de San Rogelio. Pero ¿realmente tenemos plaza en Íllora?

Según la Real Academia de la Lengua, se entiende por plaza:

· Lugar ancho y espacioso dentro de un poblado, al que suelen afluir varias calles.
· Aquel lugar donde se venden los mantenimientos y se tiene el trato común de los vecinos, y donde se celebran las ferias, los mercados y fiestas públicas.

La Plaza de San Rogelio, nombre actual de la misma, ha sido el centro de la vida social, lúdica y económica durante toda la historia del municipio. Celebraciones religiosas, Las Fiestas, un paseo con la “ropa de domingo”, corrillos, chismorreos, tomar un café o un refresco. Todo eso eran cosas que tradicionalmente han ocurrido en nuestra plaza.

La Plaza no siempre ha tenido su aspecto actual. Modificaciones en los edificios colindantes cambiaron su fisonomía, pero además, como recordarán los más mayores que lean este artículo, diversos gobiernos que ha pasado por el Ayuntamiento han acometido reformas urbanísticas en la misma.

A principios de los 80, con la llegada de la democracia La Plaza sufre una profunda remodelación. Es en este momento cuando, para mí, La Plaza deja de ser plaza. Si hasta ese momento era un lugar, como indica la definición anterior, espacioso y ancho, pasa a convertirse en uno angosto y con multitud de desniveles. Si observamos la foto que acompaña el artículo, la calle que la atraviesa, aunque contemporáneamente se haya transformado en adoquinada, sigue siendo transitable para los vehículos. El problema, para mí, radica en la acera que se construye y que atraviesa toda la plaza. Esa acera en ambos lugares de la calzada y en especial la que comprende la pseudo plaza actual, unidas a la pésima regulación del tráfico de la zona, hacen de la misma un lugar difícilmente transitable. A esto podemos unirle las paradas para ir a la Caja y los coches aparcados, que ahora sí, por lo menos disponen de un lugar habilitado para ello.
La Plaza San Rogelio ha sido lugar de encuentro para muchas de las generaciones de ilurquenses. Yo reclamo que esto vuelva. Recuperemos nuestra plaza como centro neurálgico de Íllora. Probablemente algunos vean algún tipo de connotación política detrás de estas afirmaciones, ya saben, La Plaza, las costumbres de antaño y los coloquialmente llamados “gente de la plaza”. Claramente se equivocan.

Reclamo que la plaza vuelva por diversos motivos. Las plazas en la mayoría de pueblos son uno de los lugares más bonitos, son lugares comerciales, de negocios y de festividad. De hecho eran como los centros comerciales de antaño. La nuestra lo era, en la actualidad tengo más dudas de que continúe siéndolo. Nuestra plaza tiene la Iglesia, el ayuntamiento viejo (hoy biblioteca y archivo Histórico), la calle Real, Pilar Alto, un bar mítico de Íllora como es el 72, bancos, cajas, tiendas de ropa, joyerías, una farmacia como las de antes. Así un largo etcétera de motivos. Además podía dar cabida a exposiciones al aire libre, ferias de venta, celebraciones religiosas. ¿Se acuerdan como se ponía la plaza de gente hace años? Los más jóvenes lo hemos visto poco, pero ¿qué me decís los más mayores? Para mí eso es muy bonito. Tener un lugar que visitar y para pasear, en el que se respira pueblo por todos los rincones. Un lugar para ir con la familia. Un lugar de encuentro, al fin y al cabo.

Probablemente iniciar una reforma urbanística en la misma, hoy por hoy, no sería lo más conveniente para la economía local, pero a largo plazo se podría plantear la posibilidad de acometerla y hacerla adoquinada al 100%. También se podrían eliminar los numerosos desniveles que presenta para hacerla más llana. Sería recuperar una arquitectura como la antigua, evidentemente adecuada al siglo XXI. Sería un acierto y la haría mucho más útil y productiva para sus funciones.

Pero ahora bien: ¿qué pasa con los cambios que no necesitan de obras millonarias? Es lo que denomino cambios inmateriales. Es necesaria una regulación estricta del tráfico en la plaza y sus aledaños. La zona de La Plaza es de interés turístico, comercial y contiene monumentos arquitectónicos de gran valor. Por estos motivos se ha de controlar el tráfico de vehículos y, si se considera conveniente, convertir la totalidad de la plaza en peatonal y con paso prohibido para vehículos a motor. Hoy día existen vías alternativas para acceder a todos los comercios anexos a la misma y para ir a los que se encuentran en la misma plaza, perfectamente se puede hacer a pie. Se ha de recuperar el máximo de superficie posible para el uso y disfrute de los vecinos de Íllora. Para eso no es necesario obras físicas, basta con pequeños low-cost como esto que planteo. Seguro que podíamos encontrar más.

También es cierto que antes de acometer estos cambios podíamos pensar que en Íllora existen otros lugares aptos para algunas de las funciones que acabo de citar. El problema es que a mí no se me ocurre otro con más encanto y atractivo que la Plaza de San Rogelio. Eso sí, si convertimos la plaza en algo como tal, ¿la plaza del Ayuntamiento actual?, ¿el anfiteatro?, ¿el antiguo instituto? Ninguno puede competir con el emplazamiento urbanístico de La Plaza y mucho menos con el bagaje histórico que esta tiene. Además para celebraciones puntuales estos lugares tienen sus ventajas, pero para la vida diaria del pueblo, que es lo que yo propongo, no pueden ni considerarse competencia.

La Plaza es un lugar vivo. Un pueblo sin plaza no tiene alma. Si pretendemos ser un pueblo con encanto y atraer turismo: ¿no deberíamos tener una plaza en condiciones?
Amigos y amantes de La Plaza, os invito a devolver la vida y el sitio que se merece a este pequeño gran rincón del pueblo. Nuestra plaza tiene potencial, unos retoques y la podemos volver a tener a pleno rendimiento. Como dice la canción de los míticos Tequila: “Vamos a tocar un rock and roll a la plaza del pueblo”

Juan Ruiz Coca

martes, 24 de mayo de 2011

Una rosa entre las gaviotas

Una valoración personal de las elecciones del pasado fin de semana

Se mantuvo la rosa en Íllora. Logró mantenerse en pie pese al viento levantado por el revoloteo de las gaviotas en toda España y en el municipio. Se presentaba el PSOE ilurquense a las elecciones con balas de plata en la recámara. Campo de fútbol nuevo, dinerito fresco para el Castillo, agua potable para muchos, etc. Aún así, no las tenían todas consigo. Nubes de tormenta se cernían sobre los mandatos socialistas en toda España, Íllora no tenía por qué ser una excepción, o sí. La sospecha finalmente se convirtió en realidad como hemos visto en casi todos los rincones del país.
Se presentaba el Partido Popular de Íllora con cara nueva para la política, no para los vecinos. Buen talante presentó en el debate de Paparanda FM, aire fresco, ideas renovadas y sin miedo al cuerpo a cuerpo. Con un poco de ese viento de tormenta, podía elevarse hacia la alcaldía ilurquense.

Desde IU de Íllora se apostaba también por cambiar la cara, no muy radical el cambio. Se decantaron por una cara conocida, Loli Moreno. Buena capacidad dialéctica, firmes convicciones e ideas claras. Avalada por una buena gestión cultural de la corporación, presentaba sus credenciales a los vecinos con ganas de hacer un buen papel en los comicios.

La coalición PA-PSA entró con fuerza en la campaña. Se presentaba el candidato con un buen número de promesas y haciendo gala de su paso por el Ayuntamiento. Orgulloso de su pasado y con ideas para el presente. No entró en la rueda de debates y no pudimos verlo en el cuerpo a cuerpo con el resto de candidatos. Una lástima, la verdad.

Por último aparecía PAMUL. Saltaba del ámbito local en busca de su anhelada independencia alomarteña. Se temía que fuera el tapado y que finalmente se convirtiera en la llave de las elecciones. Tampoco pudimos verlo compartir ideas.

Finalmente llegó el día. Lucía el sol para todos con la claras del día. Tocadas las ocho comenzaba el recuento de votos. Ni como en el mejor guión de intriga, narraban el goteo de votos “Los Manolos” de Parapanda FM por las ondas y el ciberespacio. Francisco Izquierdo y Manolo Écija contaban los votos de las mesas que se iban cerrando una a una. Por momentos parecía el Carrusel Deportivo. “¡Gol en Brácana!” “Adelante los resultados”. “Ganó el PSOE”, cantaba Manolo, Écija claro, el Lama marchó a la COPE. Así mesa a mesa, pueblo a pueblo. Hasta que cerró Alomartes. La cosa estaba bastante clara ya, pero la Ley Ohm es traicionera. Finalmente no hubo sorpresas, aparentemente. Ganó PSOE, segundo PP, seguido de IU y PA-PSA. El PAMUL se quedó cerca, pero no pudo ser.

Los resultados escondían mar de fondo. No cabe duda de la victoria del PSOE ilurquense. El caso fue que el viento de tormenta y su buena campaña auparon a la candidata popular a la segunda plaza con cuatro concejales. Aguantan en pie, los socialistas de Íllora, la marea azul que inundó España. Algunos resultados locales seguro que preocupan, probablemente los mismos que dan esperanzas futuras a los de Rosa Fuentes. Trazaron una buena línea los de centro-derecha, el problema es que Íllora es eminentemente de izquierdas.

Con tres se quedaron IU y la coalición PA-PSA. Ambos pagaron su apariencia de “llave de gobierno” hacia los electores y eso fue un lastre para sus aspiraciones más ambiciosas.

Y así quedó el panorama electoral, se quedó todo igual pero distinto en nuestro pequeño municipio. España gira a la derecha. Castigo por la crisis, ganas de cambio, abstención, votos nulos, tiendas de campaña, indignados, ERES, trajes caros, xenofobia, populismo, izquierdas neoliberales, recortes. Con todo este panorama a ver quién tiene cojones a decir que ha ganado algo. Ya lo decía la canción: “Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana”.

Juan Ruiz

domingo, 22 de mayo de 2011